
Curiosidades sobre la conducción #8
5 agosto, 2017
Curiosidades sobre la conducción #9
12 agosto, 2017Las lunas, como cualquier otro cristal, requieren un cuidado mínimo y ciertas atenciones a la hora de realizar su limpieza.
En este artículo te contamos varias cosas que puedes hacer para mantener las lunas de tu coche en un estado óptimo. Recuerda que, antes de coger el coche, debes garantizar tu seguridad asegurándote de que tendrás una buena visibilidad durante la conducción.
Lo que vas a encontrar en este artículo:
Productos para limpiar la luna de tu vehículo
En el mercado encontrarás varias marcas que ofrecen un limpiacristales específico para las lunas de tu coche. Podrás usarlos tanto para el depósito del limpiaparabrisas como para limpiar manualmente estos cristales. Si te das cuenta de que no te tienes a mano, no caigas en la tentación de coger el limpiacristales que se usa habitualmente dentro de casa: estos productos contienen amoniaco y si éste entra en contacto con elementos metálicos o plásticos del vehículo, podría deteriorarlos.
En ausencia de un líquido limpiaparabrisas, usa agua
¿Pero cualquier agua vale? Pues no exactamente. El agua suele variar mucho según la fuente de la que proceda, conteniendo más o menos minerales, cal y otras partículas. El agua corriente podría dejar marcas en los cristales, desluciendo el resultado de nuestro esfuerzo. En el caso de que tengamos que optar por usar agua, lo más importante es que esté limpia y libre de cualquier partícula que pueda rallar la superficie del cristal (como arena o barro).
Usa trapos adecuados para limpiar la luna
Los trapos son una parte importante. En el mercado puedes encontrar kits completos para la limpieza del vehículo. Estos kits suelen incluir esponjas (para enjabonar), estropajos suaves (para retirar la suciedad más incrustada), trapos de microfibra y trapos absorbentes. Para los cristales, usa los trapos de microfibra. A ser posible, uno para limpiar en mojado y otro para secar.
Si no tienes uno de estos kits, siempre puedes conseguir un par de trapos de microfibra en cualquier supermercado.
Una vez los uses, recuerda lavarlos y dejar que sequen bien, para evitar que se deterioren.
A la hora de limpiar el coche, las lunas es lo último
Esto parece de cajón, pero seguro que alguna vez hemos dicho de limpiar sólo los cristales y al final nos hemos liado la manta a la cabeza con todo el exterior del vehículo. Resultado: dos limpiezas de cristales y un precioso tiempo desperdiciado.
Antes de desenfundar tu equipo de limpieza, evalúa el estado general del vehículo. Si crees que necesita una limpieza completa, recuerda dejar los cristales para el final. Puedes empezar por la luna delantera y la trasera y terminar por las ventanillas.
Las escobillas viejas, tus aliadas en verano
Para terminar, te damos un consejo que puede evitarte disgustos en verano: si cambias las escobillas de las lunas de tu vehículo, guarda las viejas. En verano, cuando tu coche vaya a estar expuesto a altas temperaturas, puedes colocar las viejas escobillas y reservar las nuevas para cuando comiencen las lluvias y te hagan falta de verdad.
Con el calor, los polímeros se deterioran mucho, resecándose y deformándose. Si a eso le sumamos el polvo del campo o la arena de la playa, tenemos la combinación perfecta para que nuestras relucientes escobillas nos duren muy poco. Por eso, podemos usar las viejas escobillas para hacer un último sacrificio en favor de la buena visibilidad de tu vehículo.
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